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Soy nacida en Argentina y de nacionalidad franco-argentina, soy doctorada en psicología clínica, socióloga y escritora; de los cuales varios libros científicos donde la literatura y la poesía le disputan territorio a la ciencia. Es por ello que desde la juventud en mi estaba siempre latente y secreta la veta del escritor. Ya en tiempos maduros parsimoniosa me decido a los ajetreos escriturales creando varios textos de los cuales entrego hoy mi segundo libro al lector, dado que el primero fue: Cuentos de Marea Alta.
En el Romancier et ses personnages, Mauriac ha hecho suya la observación frecuentemente hecha a Balzac por sus críticos, a saber que son los personajes secundarios los menos deformados por la imaginación del escritor: «Los personajes de segundo plano son esos que han sido tomados de la vida directamente. Yo puedo establecer como regla que cuanto menos importancia tiene en el relato un personaje, más posibilidades posee de haber sido fielmente tomado de la realidad».
Tal vez sea este el caso de Laura mi interlocutora, la cual curiosamente no tiene nombre propio.
Sobre la playa, en Miramar, frente a un océano Atlántico desencadenado, Laura cierra los ojos para revivir instante por instante los hechos y los sentimientos vividos en su tumultuosa juventud. La protagonista, que yo soy, no hace sino acompañarla y encuadrarla en la cronología de sus tiempos compartidos, aún en la distancia.
Laura trata en vano de perderse otra vez. Es una historia a veces de amor pero siempre de furor y de angustia que se desarrolla en Argentina y a veces en otros países entre 1934 y 1978.
Toda explicación reside en el texto mismo y toda la luz está en las palabras y las imágenes que las soportan.
Este libro violento, metafórico, rico de un romanticismo a veces provincial y secreto, pero siempre profundamente argentino, me ha dado mucha paz y el sentimiento de haber pagado una deuda…

Escrito en Paris, el 16 de octubre del 2009, y hace frío…